miércoles, septiembre 07, 2016

UN PERRO LLAMADO CHOCOLATE ( CUENTO )

Nacido de una camada  de siete hermosos perritos  blancos con pelotitas negras, pero el diferente era yo , ya que mi pelaje era color chocolate.Nuestros amos nos adoraban y los que más jugaban con nosotros eran los pequeños, unos mellizos de 6 años que lo único que hacian a diario era jugar y nosotros eramos sus juguetes favoritos, los meses pasaron muy rápido y mis hermanos  muy pronto aprendieron a correr, a ladrar , a saltar  y en mi caso todo siempre fue distinto ya que por ser distinto me cuidaban mucho más que a mis hermanos. Todos sabemos que ladrar para los perros es igual que hablar para los humanos, por lo tanto las veces que nos visitaba el facultativo dedicaba la mayor parte de su tiempo en mi caso, según sus conocimientos los animales igual que los humanos muchas veces tiene algo especial, pero les falta otra cosa, es como la ley de las compensaciones  por lo tanto el  que yo no aprendiera a ladrar al parecer no tendría mayor importancia en mi vida, algo que estaba muy lejos de la realidad.

Pasaron los meses y un día muy especial nos bañaron, nos peinaron y nos pusieron unas lindas cadenitas en el cuello y nos  colocaron en exposición  para ser visitados por toda la familia  y amigos de nuestros amos, la razón de este tan especial acontecimiento era la entrega en adopción de todos nosotros porque pronto llegaría un nuevo ser humano a la familia. La cosa es que todos mis hermanos encontraron nuevos hogares, pero Chocolate no corrió la misma suerte, era lógico porque a nadie le gustaría tener un perro que no sabe ladrar, pero para suerte mía los mellizos eran los más felices y se comprometieron  para cuidarme en el jardin de la casa.

Pasado los nueve meses correspondientes  llegó a este lindo hogar una hermosa señorita, que más bien parecía una princesa, la familia de los humanos se revolucionó toda y las casa se iluminó como nunca lo había estado, yo por mi parte el mismo día que nació la princesita  sentí algo extraño en mi corazón, es como que se había acelerado y la garganta me picó por un buen tiempo.
A los dos años siguiente y mientras jugaba en el jardin con mi princesita  sentí que mi corazón estaba a punto de explotar y me puse a correr al rededor de ella  tratando de ladrar, pero sólo me salía un aullido muy  desagradable, pasaron como tres minutos  cuando de repente  me puse a ladrar como loco y toda la familia se abalanzó sobre la pincesita  la cual estaba tendida en el suelo convulsionado, rápidamente llegaron los paramédicos y la estabilizaron, dignóstico : Epilepcia , sí la pricesita tenía esta enfermedad y había tenido su primer ataque, pero lo que yo no sabía era que el gran hacedor  me había enviado a este mundo con el Don de captar cuando los humanos iban sufrir un colapso, gracias a esto mi vida cambió para siempre porque a contar de ese instante fuí un fiel compañero de mi princesita. Chocolate me decian,  en tus manos está el bien de nuestra hija y yo me sentía el perro más importante  del mundo. THE END.