jueves, noviembre 30, 2017

ALITA ROTA ( CUENTO )

Una hermosa mañana de primavera sobre la copa de un frondoso árbol  nacimos  de un huevito  mis dos hermanos y yo. Nuestro padre recorría todo el vecindario recogiendo migas de pan o semillas para nuestra alimentación y así pasaron los días  hasta que un día cualquiera  nuestros padres decidieron que teníamos que aprender a volar  , los  tres  espesamos a mover nuestra pequeñas alitas y como somos muy pequeñitas  no fue muy dificil  sostenernos en en el aire, bajo la atenta mirada de nuestra ave madre  muy pronto ya estábamos recorriendo los alrededores de nuestro entorno.

Como la vida de nosotras las aves  en muy corta , debemos  independizarnos a muy temprana edad y buscar nuestro propio alimento, en mi caso  tomé la decisión  de recorrer lo más cercano a mi árbol y me encontré con un lindo jardín  lleno de plantas  con hermosas flores y algunos  árboles pequeños.
Justo ahí es donde todas las mañanas al salir el sol  y iba recoger  algunos de mis alimentos preferidos, sabiendo que  ahí  vivían dos inmensos y peludos perros  casi blancos y una gorda gata  medio ploma  que dormía todo el día al sol, bueno mi inocencia y falta de experiencia  me jugó una muy mala jugada un día que jamás olvidaré . Estaba yo muy fresca de cuerpo  comiendo unas migas de pan que había en el patio cunado de la nada  aparece  esa fea  y gorda gata y me agarra del pescuezo  como si yo fura un juguete, al principio di todo por perdido  porque para ser sincera  nunca imaginé  que este feo animal fuera tan hábil y rápido. Pero ahora que lo pienso bien  yo siempre  veía a la famosa gata  agazapada   y quieta como un estatua  y la muy desubicada  pensaba que ella estaba durmiendo, pero no , estaba esperando a su presa.

Bueno después de ser  cazada  como un vulgar ratón  no me quedó más que hacerme la muerta, cosa que no es tal fácil porque la gata lo que quería era jugar con mi pequeño e insignificante  cuerpecito, pero como el destino de todos los seres vivientes  está definido, no era mi hora de morir y de la nada aparece el ser humano dueño de la casa y de un escobazo dado justo en la cabeza de la famosa gata  me soltó y ahí quedé  paralela  sin hacer ningún movimiento, pero con toda mi pequeña inteligencia  a la espera de los acontecimientos. No pasó ni un segundo y el ser humano me agarró del cogote y me tiró en el tarro de la basura  y lo tapó

Para suerte mía los daños no habían sido de mucha consideración , pero ahora me encontraba prisionera  en la más absoluta oscuridad y con algunos restos de comida, pensé en aletear para llamar la atención pero recordé que mis padres aves siempre  me  inculcaron  que los humanos  le temían mucho   a los ratones  y en este caso era muy fácil confundir el ruido con el de las ratas, por lo tanto me mantuve en estricto silencio y con la esperanza  que muy pronto alguien  debería botar más basura.
Pasado un día y medio y  la luz llegó a mis ajos, ya que el ser humano dueño de casa abrió el tarro de la basura  para depositar una bolsa  con restos de la misma  y ahí aplique toda la energía que tanto  había guardado  y salí por los cielos tan rápido que hasta yo me asusté  de tanto aleteo. Al llegar a mi nidito  en mi árbol recién me percaté  que una de mis pequeñitas  alitas estaba rota, pero yo estaba con vida.THE END