domingo, febrero 10, 2008

BUSQUEDA DE LA FELICIDAD





Hay personas que malgastan sus vidas en una constante y estéril búsqueda de la felicidad como estado cuasipermanente, con la quimérica ilusión de que algún día la encontrarán. Pero la felicidad es, normalmente, una situación pasajera que se nos escabulle a la mínima y sin avisar. Dominados por ese objetivo de la felicidad absoluta y permanente, algunas personas, pese a que tienen motivos reales para sentirse razonablemente bien, entienden que debe mejorar su situación porque viven en la convicción de que hay un estadio superior, más intenso y satisfactorio, que otros individuos han alcanzado. Pero, una vez más, la comparación con los demás, lejos de depararnos algo bueno, tiende a sumirnos en la insatisfacción. En última instancia, la disyuntiva es ser conformistas o ambiciosos, y como casi siempre, lo razonable está en el término medio. No debemos dejar de luchar para mejorar nuestro bienestar, ya sea material o emocional, pero hemos de saber apreciar lo ya conseguido.Los especialistas aseguran que consciente o inconscientemente percibimos que en algún momento de nuestra vida hemos alcanzado ese estado que asociamos a la felicidad, y que deseamos volver a revivirlo. La teoría del psicoanálisis, por ejemplo, indica que ese gran momento está relacionado con la satisfacción que sentimos cuando al tener hambre por primera vez, la leche materna nos satisfizo. Según esta corriente psicológica, conocida esa vivencia de plenitud ansiamos reproducirla el resto de nuestra vida. Otra explicación, más espiritual que científica, es la de que llevamos grabada en nuestro código genético una cierta idea del paraíso. Cualquiera que sea la argumentación a que nos acojamos, buscamos algo que en un determinado momento hemos experimentado pero no conocemos del todo.En resumen, lo conveniente es dejar de buscar ese imposible idealizado, porque no lo vamos a encontrar. La felicidad no el resultado de una búsqueda ni, menos aún, del azar.Autor desconocido. Saludos.PETER